La situación de los musulmanes en el momento de la aparición del Dayyál

 

Antes de que el Dayyál surja, los musulmanes tendrán una posición de importancia y gran poder. Parece que su apa­rición tendrá como propósito acabar con ese poder. En esa época, habrá un tratado de paz entre los musulmanes y los romanos; ambos atacarán a un enemigo común y lo derrotarán, después de esto la guerra comenzará entre los musulmanes y los cristianos. En Sunan Abü Daúd se narra que Dbü Majbar dijo: Oí al Mensajero de Allah decir:

 

“Vosotros haréis un tratado de paz con los romanos, y ambos atacaréis a un enemigo común. Vosotros seréis victoriosos y tomareis el botín, después volveréis en forma segura hasta que acampéis en Mary Dhi Talul. Entonces uno de los cristianos levantará la cruz y dirá: ‘La cruz ha logrado la victoria’ y uno de los musulmanes se enfadará y la romperá (a la cruz). En ese momento los romanos romperán el tratado y empezarán a prepararse para la gran batalla.”

 

Podemos ver en el Hadiz que tan poderosos serán los musulmanes en esa época. Ellos lucharán, serán victorio­sos, conseguirán botines y retornarán sin peligro. Pode­mos ver que tan fuerte será su adhesión a la religión, pues cuando el cruzado levante la cruz y alegue que la victoria que los musulmanes ayudaron a lograr fue una victoria para la cruz, un musulmán será movido por su celo religioso a levantarse y romper la cruz. El grupo de musulmanes en ese lugar correrá a tomar sus armas y luchará contra los romanos, a pesar del hecho que ellos serán inferiores en número en ese lugar. El Mensajero testificó que ellos serán mártires y que Allah habrá de honrarlos con la Shahádah.  Esta traición de los romanos, y los eventos subsecuentes, serán la causa de esa gran batalla.

 

La gran batalla será entre los musulmanes y los cruzados.  La causa de esta batalla será la razón referida en el Hadiz citado anteriormente. Más de un Hadiz describe estabatalla y sus horrores, y cómo los musulmanes serán pacientes durante la misma, y lograrán la victoria sobre sus enemigos. Debe notarse que entre las líneas musulmanas habrá multitudes de cristianos que habrán abrazado el Islam. En Sahih Muslim se narra de Abú Hurairah que el Mensajero de Allah  dijo:

 

“ La Hora no vendrá hasta que los romanos acampen en Al A`máq o en Dábiq. Un ejército saldrá de Al Madinah para su en­cuentro, compuesto de las personas más buenas de la Tie­rra en esa época. Cuando se enfrenten entre sí, los roma­nos dirán: ‘Dejadnos enfrentar con aquellos a quienes vosotros tomasteis prisioneros (y se convirtieron al Islam) que los mataremos.’ Los musulmanes dirán: ‘No, por Allah, no nos haremos a un lado permitiéndoos combatir a nues­tros hermanos.’

 

Entonces lucharán. Un tercio [del ejerci­to musulmán] huirá, y Allah nunca aceptará su arrepenti­miento; un tercio será muerto, y ellos serán los mejores mártires ante Allah; y un tercio lograrán la victoria y nun­ca serán influenciados por la Fitnah. Luego conquistarán Constantinopla [1, y mientras éstos se encuentren repar­tiendo el botín, después de haber colgado sus espadas en los olivos, el Shaitán se dirigirá a ellos diciendo:

 

‘El Dayyál ha tomado vuestro lugar entre vuestras familias’

 

Enton­ces saldrán y se darán cuenta que esto no era verdad. Cuan­do lleguen a Siria, el Dayyál surgirá, y mientras ellos se están preparando para luchar, o están formando las filas, el tiempo para la oración vendrá. Ísa Ibn Mariam descen­derá y los dirigirá en la oración. Cuando el enemigo de Allah [el Dayyál] lo vea [a Ísa] se disolverá como la sal en el agua. Si Ísa lo dejara se disolvería completamente, pero Allah lo matará a manos [de Ísa], y él les mostrará la sangre en su lanza.”

 

El Mensajero describió los horrores de esa batalla en otro Hadiz, donde habló del coraje de los musulmanes. Los grupos de [combatientes] musulmanes combatirán uno tras otro hasta la victoria o la muerte durante tres días consecutivos. Parece que el número de musulmanes en esos días será reducido, basándonos en el hecho que los musulmanes ganarán la batalla con la ayuda de los refuer­zos del resto de los musulmanes que lleguen posteriormente. En Sahih Muslim se narra que Abdullah Ibn Masúd dijo:

 

“ La Hora no empezará hasta que la herencia ya no sea repartida y no haya alegría en los despojos de guerra”.

 

Entonces gesticuló con su mano (apuntando hacia Siria) y dijo:

 

“Los Enemigos se reunirán contra la gente del Islam, y la gente del Islam se reunirá contra ellos.” Yo [el narrador] pregunté: ‘¿Te refieres a los romanos?’ Él dijo: “Sí”.

 

En ese momento habrá una lucha terrible y los musulmanes prepararán un destacamento que luchará hasta la muerte, de tal forma que éste no volverá a menos que sea con la victoria. Lucharán hasta que la noche los obligue a detenerse. Ambos lados volverán a sus campamentos y ninguno será victorioso; el destacamento musulmán será eliminado completamente. Los musulmanes prepararán otro destacamento que luchará hasta la muerte, y que no volverá a menos que sea con la victoria. Ellos lucharán hasta que la noche llegue. Ambos lados volverán a sus campamentos y ninguno será victorioso; el destacamento musulmán será eliminado por completo. Los musulmanes prepararán un tercer destacamento que luchará hasta la muerte, y que no volverá a menos que sea con la victoria. Lucharán hasta la tarde.

 

Ambos lados volverán a sus campamentos y ninguno será victorioso; el destacamento musulmán será eliminado por completo. En el cuarto día, el remanente de los musulmanes atacará, y Allah causará al enemigo la derrota. La lucha será de una violencia nun­ca antes vista, a tal punto que si un pájaro fuera a pasar por sus flancos, no alcanzaría el otro extremo antes de caer muerto. De cada cien combatientes sólo uno sobre­vivirá. Así pues ¿qué alegría habrá en los despojos de gue­rra, y en las herencias a ser divididas? Aún estando en este estado, ellos oirán hablar de una calamidad mayor. Un lamento los alcanzará:

 

¡El Dayyál ha tomado vuestro lugar entre vuestra descendencia!

 

Entonces ellos arroja­ran cualquier cosa que esté en sus manos y se pondrán en camino, enviando a diez jinetes por delante para que ex­ploren. El Mensajero de Allah  dijo:

 

“Por cierto que yo sé sus nombres, y los nombres de sus padres, y el color de sus caballos. Ellos serán los jinetes más expertos sobre la faz de la Tierra en aquel día, o [estarán] entre los jinetes más expertos sobre la faz de la Tierra en aquel día.”

 

Más detalles sobre la conquista de Constantinopla, la cual se menciona en el Hadiz sobre la gran batalla que noso­tros citamos anteriormente, serán encontrados en el Hadiz narrado por Muslim, también de Abú Hurairah que el Profeta  dijo:

 

“¿Habéis oído hablar de una ciudad, parte de la cual está en la Tierra y la otra (parte) está en el mar?”[Ellos dijeron: ‘Sí ¡Oh Mensajero de Allah!’ Él dijo:

“ La Hora no vendrá hasta que setenta mil de los hijos de Isaac la ataquen. Cuando ellos lleguen acamparán allí, y no lucharán con armas ni arrojarán flechas. Dirán: ‘Lá iláhailla Allah ua Alláhu Akbar’, y una de sus dos partes caerá.”

 

Zaur dijo [en otra transmisión del Hadiz]:

 

La parte que está en el mar (caerá)’. [El Profeta  dijo:] Entonces ellos dirán por segunda vez: ‘Lá iláha illa Allah ua Allahu Akbar’, y la otra parte caerá. Entonces ellos dirán por ter­cera vez: ‘Lá iláha illa Allab ua Allahu Akbar’, y los por­tones les serán abiertos. Entrarán en ella y tomarán el botín, y mientras ellos estén dividiendo los despojos de guerra, oirán el grito llamándolos: ¡El Dayyál ha apareci­do! e inmediatamente dejarán todo y emprenderán el regreso [a Al Madinah]”

 

 

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