El Dayyál según el Hadiz de Tamim Ad Dari

 

Muslim narró de Fátimah Bint Qais, la hermana de Ad Dahhák Ibn Qais, que ella oyó al portavoz del Mensajero de Allah (sala Allahu alayhi wa salam) exclamar: ‘As Saláh Yámi`ah [Venid a la oración en congregación]’ por lo que ella se dirigió hacia la mezquita. Ella dijo: ‘Oré con el Mensajero de Allah (sala Allahu alayhi wa salam), y yo estaba en la fila de las mujeres que estaba directamente detrás de los hombres. Cuando el Mensajero de Allah (sala Allahu alayhi wa salam)   hubo completado la oración, se sentó en el Minbar sonriente y dijo:

 

“Que cada persona se quede donde está. ¿Sabéis por qué os he reunido?” Ellos dijeron: ‘Allah y Su Mensajero saben mejor.’ Él dijo: “Os he reunido porque Tamim Ad Dári, quien era cristiano, ha venido aquí, y me ha jurado obediencia y se ha vuelto musulmán. Él me ha contado algo parecido a lo que os he dicho acerca del Dayyál. Me dijo que él se encontraba viajando en un barco, con treinta hombres de (las tribus de) Lajm y Yudhám, y fueron azotados por las olas del mar durante un mes, finalmente encontraron refugio en una isla al momento del ocaso. Después se dirigieron a la isla en botes y desembarcaron en ella. Allí fueron interceptados por una bestia cuyo pelo era tan espeso que no pudieron diferenciar su cara de su parte de atrás, debido a la cantidad de pelo. Entonces exclamaron: La perdición sea sobre ti, ¿quién eres? Y ella respondió: Yo soy Al Yassásah. Ellos dijeron: ¿Qué es Al Yassásah? Y ella dijo: ¡Oh, gente! Buscad a este hombre en el templo, pues él está ávido de las noticias que le proveáis. Temimos que esta bestia sea un demonio. Así que nos dirigimos deprisa al templo donde encontramos al hombre más grande que hayamos visto alguna vez, retenido con trabas, con sus manos atadas a su cuello y con grilletes de hierro desde sus piernas hasta sus tobillos. Nosotros exclamamos: La perdición sea sobre ti, ¿quién eres? E1 respondió: Pronto sabréis de mí, pero decidme ¿quiénes sois vosotros? Ellos dijeron: Somos de Arabia. Viajábamos en un barco y las olas nos azotaron durante un mes, finalmente encontramos refugio en ésta, vuestra isla. Desembarcamos en ella y nos encontramos una bestia que era tan cabelluda que no podíamos distinguir su cara de su parte de atrás, debido a la cantidad de pelo. Nosotros le dijimos: La perdición sea sobre ti, ¿quién eres? y ella nos dijo: Yo soy Al Yassásah. Le preguntamos ¿qué es Al Yassásah? Y ella dijo: Buscad a este hombre en el templo, pues él está ávido de las noticias que le proveáis. Así que vinimos rápidamente aquí, huyendo de esa bestia, porque no estábamos seguros de que no era un demonio.

 

Él dijo: Informadme acerca de las palmeras de Baisán.

Nosotros dijimos: ¿Qué quieres que te digamos sobre ellas? Él dijo: Os estoy preguntando si están produciendo frutos. Dijimos: Sí. Él dijo: Pronto éstas no producirán frutos. Informadme acerca del lago de Tabariiah (Tiberias]). Nosotros dijimos: ¿Qué quieres que te digamos acerca de él? Él dijo: ¿Todavía hay agua en él? Ellos dijeron: Tiene mucha agua. Él dijo: Pronto su agua se habrá ido.

 

Él dijo: Informadme acerca de la fuente de Zugar. Ellos dijeron: ¿Qué quieres saber sobre ella? Él dijo: ¿Las personas aún usan su agua para la irrigación? Nosotros le dijimos: Sí, tiene mucha agua, y las personas la usan para la irrigación. Él dijo: Informadme acerca del Profeta de los iletrados, ¿qué ha hecho? Nosotros dijimos: El ha salido de Makkah y se ha establecido en Iazrib. Él dijo: ¿Los árabes luchan contra él? Nosotros dijimos: Sí. Él dijo: ¿Qué ha hecho con ellos? Nosotros le dijimos que él había vencido a aquellos que viven en las cercanías y que éstos se habían sometido. Él dijo: ¿Eso ya pasó? Nosotros dijimos: Sí. Él dijo: Si eso ya pasó, entonces es mejor para ellos que lo obedezcan. Yo os diré sobre mí: Yo soy el Masih (el Dayyál), y pronto se me concederá el permiso para surgir. Yo surgiré y viajaré por toda la Tierra , y no habrá ciudad donde no me quedaré durante cuarenta días, salvo Makkah y Taibah, pues me han sido prohibidas. Siempre que quiera entrar en una de ellas, seré interceptado por un Ángel en cuya mano hay una espada desenfundada y obstruirá mi camino. En cada paso de montaña habrá Ángeles protegiéndola.”

 

El Mensajero de Allah(sala Allahu alayhi wa salam) dijo, golpeando el Minbar con su bastón: “Esta es Taibah, ésta es Taibah, ésta es Taibah, significando Al Madinah. ¿Acaso no os he dicho cosas similares (sobre el Dayyál)?” Las personas dijeron: Sí. [El Profeta (sala Allahu alayhi wa salam)dijo:] “Me agrada el relato de Tamim ya que concuerda con lo que os he informado sobre él (el Dayyál), Al Madinah y Makkah. ¿Está el Dayyál en el mar sirio (el Mediterráneo) o en el mar yemenita (el Océano índico)? ¡Claro que no! él está hacia el Este, él está hacia el Este, él está hacia el Este.” e indicó con su mano hacia el Este. Ella (Fátímah Bint Qais) dijo: ‘Yo memoricé estas palabras del Mensajero de Allah(sala Allahu alayhi wa salam)’

 

Este Hadiz indica claramente que Ibn Saiiád no era el Dayyál mayor, y que el Dayyál mayor está siendo retenido en alguna isla en el mar. Quizás, como algunos de los estudiosos han sugerido, él sea uno de los demonios que fueron detenidos por el Profeta Sulaímán (Salomón), porque es improbable que un humano permanezca vivo por tanto tiempo. Y Allah es el que mejor sabe lo que es correcto.

 

 

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