EL PROFETA COMO MARIDO

 

Todos nos preguntamos cómo trataba el Mensajero de Allâh (salla Allahou alayhi wa salam) a sus mujeres y cómo era de equitativo con ellas.

 

El Mensajero de Allâh (salla Allahou alayhi wa salam) las hizo felices a todas ellas porque sabía cómo tratar a la mujer, penetrar en su alma sensible y tratarla con una cálida pasión ayudándola a trabajar para su religión y su vida.


el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam), mostraba su ternura a ‘Âisha llamándola con nombres diminutivos y harmoniosos. Y en Sahîh Muslim se recoge el Hadîz de ‘Âisha sobre el ayuno en el que cuenta:


"El Mensajero de Allah (salla Allahou alayhi wa salam), besó a una de sus mujeres mientras estaba en ayuno, y ella se puso a reír ’’

"el Mensajero de Allâh (salla Allahou alayhi wa salam), cuenta: "…entonces mencionó unas palabras que significan que el más completo creyente, es el que tiene mejores virtudes morales y es más tierno con su familia / su esposa".


A través de estos hadices queda de manifiesto cuán tierno era el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) con sus esposas y , concretamente, el delicado comportamiento que tenía con ella – es decir con ‘Âisha- y lo bien que la trataba.


También, otra muestra de galantería y delicadeza era ofrecer alimento, pues el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam), dijo:


"Ciertamente, cualquier cantidad que gastes de tu dinero, se considera una limosna, incluso el trozo de comida que pones en la boca de tu mujer."


Ese trozo de comida que llegas a introducir en la boca de tu mujer con tus manos, no es sólo algo con el que te ganas su corazón, y una forma de cooperación con la esposa, sino también, se considera una limosna con la que te ganas la recompensa de Allâh,. Entonces, ofrecer alimento a la esposa es una forma de galantería y un gesto tierno. Y esto tiene un buen efecto psicológico en la esposa.


Es muchísimo lo que hemos leído sobre la biografía del amado Mohammad (salla Allahou alayhi wa salam) en el campo de la educación, la fe, la política, lo militar, o sobre la economía... pero hay pocos libros y ediciones sobre la biografía del que hablen de su hogar y cómo era su relación con sus esposas.


‘Âisha preguntó al Profeta (salla Allahou alayhi wa salam)

؟cómo es tu amor hacia mi? Entonces dijo el, "como el trenzado de una cuerda" entonces le preguntó: "؟como es el trenzado de una cuerda?" le dijo: "es invariable"... es decir, no se altera. Y el Profeta describió a ‘Âisha, describió su amor como el trenzado de la cuerda, es decir, el amor seguía estando entrelazado en su corazón, y aquellas palabras, sin duda, han hecho que la esposa sintiera felicidad al saber los sentimientos de su marido, con la descripción mencionada. E imaginamos los sentimientos de ‘Âish, y la felicidad que sintió cuando oyó aquellas palabras, a pesar de que ella supiera de antemano que para el amado Mohammad (salla Allahou alayhi wa salam) ella era su amor preferido. También, ella le oyó muchas veces diciendo que ella es la favorita entre todas las mujeres, como la preferencia de las gachas de avena sobre las otras comidas.

 

El hombre tiene una manera especial de expresar sus sentimientos, que es diferente a la de la mujer dada su particular naturaleza, ya que la mujer cuando quiere expresar sus sentimientos, los manifiesta verbalmente diciendo "te amo"… "te hecho de menos".... "te necesito", y repite estas palabras muchas veces a su marido. En cambio, cuando el hombre quiere expresar sus sentimientos, entonces lo hace con el trabajo y produciendo algo, y rara vez lo expresa con palabras. Por ejemplo, si el hombre quiere hacer llegar a su esposa que él la quiere, le compra lo que necesita, o comprando ciertas comidas o bebidas para la casa, o muebles... Esto es, para el hombre, una forma de expresar su amor.


Por supuesto, éste es un hábito negativo en el hombre del que el noble Mensajero se desmarcó. El hecho de que el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) describiera su amor y sus sentimientos a ‘Âisha, significa que él se mostraba tierno con ella, que se mostraba galante y le hacía llegar a su esposa lo que ella esperaba oír de su esposo y amado, y esta es una manera maravillosa en el trato entre parejas. En relación con esto, "Ibn ‘Asâker" narró de la señora ‘Âisha, que Al·lâh que el Mensajero (salla Allahou alayhi wa salam),le dijo:


"no me importa la muerte, después de saber que tu serás mi esposa en Al-ںanna (El Paraíso)"...


 ؟Cómo debió ser el ánimo de ‘Âisha, y sus sentimientos al oír esas palabras que le hicieron sentir seguridad y esperanza en el amor y en el afecto, tanto en la Vida Mundana, como en la Última?


Tenemos el caso de Al-’Âs Ibn Ar·rabî‘, el marido de Zaynab la hija del Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) cuando salió de La Meca huyendo del Islam, ella le envió un mensaje instándole a volver a Makka y entrar en el Islam. Entonces él le envió un mensaje en el que le dijo: "Te juro por Al·lâh que para mi, tu padre no es culpable y no hay mayor deseo para mí, mi querida, que recorrer un mismo camino contigo. Sin embargo, odio que digan de ti que tu marido decepcionó a su gente, por eso espero que perdones y comprendas."

 

Es evidente que el mensaje viene a decir que él, Al-’Âs, quería a Zaynab, y la prueba de esto es que quería recorrer con ella el mismo camino, no importa cuál fuera ese camino, y que además él odiaba oír a la gente decirle aquello que fuera a entristecerla, y al final le pide que le perdonara y le comprendiese. Por ese amor, Zaynab pudo ir en su busca, y traerlo con ella convertido al Islam.


Nuestro amado Mohammad (salla Allahou alayhi wa salam) cuando su esposa, la señora Safía, lo visitó durante su devoción nocturna en la mezquita en los últimos diez días de Ramadán, y habló con él por una hora y después, cuando se incorporó para irse, el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam), se incorporó y la acompaño hasta la puerta en su despedirla. Y existe otra narración en la que le dijo: "espera a que te acompañe", y su casa estaba en Dâr Osâma, y entonces salió en su compañía. Nuestra aspiración, con estos ejemplos, es que el respeto reine en la pareja, porque el respeto es el secreto de la continuación del amor matrimonial, y la continuación de la estabilidad familiar.


Cuán bonita sería la vida matrimonial, si la pareja se tratase de esta manera! ،Y cuán necesitados estamos de abrir las páginas de la historia profética e islámica para descubrir las teorías más hermosas en las artes matrimoniales.

No ha conocido ninguna mujer una convivencia tan agradable como la del Profeta Mohammad (salla Allahou alayhi wa salam), quien reflejaba el Corán en todas sus situaciones, en sus dichos y en sus actos. Pues, era muy amable en su trato con ellas, siempre era agradable, bromeaba con su familia, incluso una vez compitió en una carrera con ‘Âisha, en el campo, dijo ella: 


"El Mensajero de Allah (salla Allahou alayhi wa salam) compitió conmigo y le gané; eso fue antes de que yo ganara algo de peso. Luego de eso competí con él, y él me ganó y me dijo: esta es por la primera vez".


En cuanto al amor del Profeta hacia sus esposas, cuenta Anas Ibnu Mâlik :


Dice el Mensajero(salla Allahou alayhi wa salam):


"Han sido engalanadas para mí de este mundo las mujeres y el perfume; y se ha hecho que la oración sea para mí el mejor motivo de sosiego" Relatado por Ahmad y otros.


‘Amr Ibn Al Âs preguntó al Profeta (salla Allahou alayhi wa salam), diciendo:


"،Mensajero de Allâh! ؟Cual es la persona a la que más quieres?", respondió el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam): "‘Âisha", dijo ‘Amr: "؟Y de los hombres?", entonces respondió (salla Allahou alayhi wa salam): "Al padre de ella (Abû Bakr)". Relatado por At·Tirmidî.

Ya hemos relatado cuando compitió el Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) con ‘Âisha. Todo esto demuestra la gran gentileza y amabilidad del Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) en su relación con sus esposas, luciendo siempre un trato afable, gracias a su generosidad, buen talante y trato misericordioso en su convivencia.


La equidad del Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) entre sus esposas sigue el mismo patrón que el de su buen comportamiento, generosidad y amabilidad. Su equidad proviene de un sentimiento de responsabilidad y de su naturaleza innata con la que Al·lâh le creó dotándolo de amor a la verdad y a la justicia.

 

Hay muchas tradiciones instando a los musulmanes a tener buenos modales con sus familias y parientes.

El Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) ha aplicado esta forma con su familia para enseñar a los musulmanes la manera correcta de la educación y disciplina como él les enseñó a ser amables y benevolentes con sus familias.

Todo esto demuestra la moral sublime, los modales y la sabiduría del Profeta (salla Allahou alayhi wa salam) como fue el tomar las acciones correctas en las circunstancias correctas.



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