El profeta, salla Allahou alayhi wa salam, dijo:

 

 «Ninguna persona aquejada de un mal ha leído esta plegaria sin que Dios haya cambiado su inquietud en bienestar.

 

 He aquí la plegaria:

 

«Señor, yo soy tu esclavo, hijo de tus esclavos, vivo bajo tu justicia y voluntad, te ruego por to­dos los nombres que te pertenecen, registrados en tu Libro o revelados a alguno de tus escla­vos, y te pido por aquellos que no han sido re­velados a nadie, de hacer del Corán la primavera de mi corazón, luz de mi pecho y levanta­miento de mi inquietud.»



 

 

     <<                 >>

free counters